El Cañón del Río Leza forma parte de la Reserva de la Biosfera de La Rioja y es un atractivo turístico del Camero Viejo, en cada época del año se muestra diferente, cambian los colores, las formaciones rocosas de caliza y la luz en el discurrir del río a través de la garganta de roca.
Es uno de los lugares preferidos de senderistas y otros amantes de los deportes al aire libre, debido a sus vistas impresionantes y espectaculares paisajes. Para llegar hasta el, debemos ir hasta el pueblo de Soto en Cameros.
Un municipio de La Rioja que, durante el periodo Cretácico inferior formó parte de una llanura encharcada que se desecaba periódicamente y en la que las huellas de dinosaurio quedaban marcadas a su paso. La sedimentación, la acción de los elementos, la presión y solidificación de las rocas durante millones de años conservó estas huellas y la erosión que produce el paso del río Leza, hoy, hace visibles estas icnitas para nosotros. En Soto en Cameros se encuentran dos yacimientos: Soto 1 y 2.
Esta ruta coincide, en parte, con uno de los yacimientos de Soto en Cameros, por lo que disfrutamos de impresionantes vistas del cañón del río y con suerte, algunas huellas de dinosaurios.
Ruta Cañón del Río Leza
Ruta circular. Longitud: 8,79 km. Desnivel: 409 m. Tiempo estimado: 2 h. Dificultad técnica: Moderada.
Aparcamos en el espacio destinado para aparcamiento que hay tras atravesar el puente medieval de Soto en Cameros. A continuación, pasamos por la ermita del Cortijo que es el punto donde comienza la ruta. Tras de la ermita inicia la pista.
Para acceder a la ermita subimos una escalera de piedra, justo casi arriba se encuentra una intersección. Si tomamos para la izquierda, nos conduce a la ermita; hacia la derecha, se inicia la ruta.Leer más
La ruta nos lleva por el yacimiento de huellas de dinosaurios Soto 1, a 1,2 km, en donde se pueden observar hasta 53 huellas de 17 rastros de animales herbívoros y carnívoros. Continuamos el ascenso.
Tras andar aproximadamente 1.7 km llegamos al punto más alto de la ruta: el yacimiento de Soto 2, aquí se encuentran 154 pisadas de una manada de herbívoros; huellas milenarias que aún se conservan en su entorno natural. El regreso lo hacemos por el mismo camino.