SAN MILLÁN DE LA COGOLLA y sus Monasterios de Suso y Yuso. Vivía Millán, el ermitaño, dedicado a la oración y al cuidado de sus rebaños. Noticias y hechos relativos a sus bondades y milagros hizo que fueran acercándose, por rumores de su santidad, un buen número de gentes que, buscaban paz y enseñanzas. Y otro modo de vivir. Tuvo una larga vida, hasta los 101, y la pasó allá donde se abren camino el Najerilla y el Cárdenas, su afluente, por los valles y montañas de la sierra de la Demanda y al amparo de las bellas cumbres nevadas del monte San Lorenzo, el más alto de La Rioja.
Millán, el santo, junto con sus seguidores, creó en la Edad Media la comunidad de Suso, y vivió en el pequeño monasterio de “arriba”, donde se hallaba la cueva que le acogió en sus primeros años, lugar donde se daría uno de los hitos culturales más importantes de la época. Y allí es donde el visitante encontrará con San Millán de la Cogolla, cuna cultural de La Rioja y declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad.
La localidad está compuesta por tres barrios, el más antiguo es el conocido tradicionalmente como “Santurde” que, según el archivo del Monasterio, existía ya en el siglo IX . Por esas fechas y a la entrada del pueblo, existió una iglesia llamada de San Jorge, junto al Río Cárdenas, considerada una de las iglesias más antiguas de La Rioja. Hoy se la conoce como la Ermita de Santa Potamia de los siglos VII Y VIII. Tras la construcción del Monasterio de Yuso, (el de abajo), el pueblo fue creciendo hacia él, formando el “Barrionuevo”. En torno a Yuso crecen construcciones relacionadas con él: su antiguo hospital, molinos y almacenes convertidos después en viviendas. El barrio más apartado, “Lugar del Río”, a dos km, aguas arriba del Cárdenas, un lugar de paz y montañas; de chopos y verdes prados.
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Pero la zona es algo más que un destacado lugar cultural y religioso: ofrece al visitante un entorno privilegiado, uno de los más interesantes de La Rioja, un paisaje natural extraordinario, bosques y cumbres nevadas, senderos que corren hacia San Millán de la Cogolla y hacia otras localidades cercanas.
LAS GLOSAS EMILIANENSES
La historia gloriosa de la zona es incuestionable. Una vez destacada la existencia de sus Monasterios de Suso y Yuso, hay que explicar su singularidad, pues en ellos se escribieron las primeras frases que hoy conocemos como castellano, halladas en lengua romance. Al parecer, un monje que estudiaba un códice en latín, fue realizando pequeñas anotaciones manuscritas, algunas en latín, en un romance hispánico. El códice que leía el monje era el Emilianensis 60, y las pequeñas anotaciones que se hallaron entre líneas y en los márgenes, posiblemente con intenciones aclaratorias, contienen el testimonio más temprano de un romance hablado en la zona y son las Glosas. En el mismo códice, se encontraron las primeras frases escritas en lengua vasca.
GONZALO DE BERCEO
Aquella lengua adquirió condición de idioma poético, con el gran poeta de obra conocida en lengua castellana, Gonzalo de Berceo, nacido en el valle. Queda así definida y demostrada la importancia de San Millán en los orígenes de la lengua y la literatura españolas.
MONASTERIO DE SUSO
El Monasterio de San Millán de Suso, (sursum, arriba) construido en estilo románico, humilde y libre de ornamentaciones, surgió alrededor de lascuevas que habitaron los eremitas discípulos de San Millán, allá por el siglo VI, En su interior acoge el sueño eterno de la gran Reina Toda.
Se hicieron sucesivas reformas durante los siglos XVI – XVII – XVIII, y aquellas cuevas fueron los cimientos de cenobio y monasterio. Un observador atento podrá distinguir los diferentes estilos arquitectónicos: desde el visigótico hasta el barroco: mozárabe, románico, renacentista…
MONASTERIO DE YUSO
Cuenta la leyenda que, cuando el rey García de Nájera quiso trasladar el cuerpo de San Millán al monasterio de Santa María La Real de Nájera. Los bueyes que tiraban de la carreta se negaron a salir del valle. Entendió el rey que aquél era el sitio que el santo elegía y mandó construir allí mismo el monasterio de Yuso, románico de los siglos X y XI, sobre el que construyeron el actual, los abades benedictinos. De grandes dimensiones, reconstruido entre los siglos XVI y XVIII, en el que se conjugan los estilos renacentista y barroco, principalmente: guardián de abundantes tesoros religiosos (pinturas de Rizzi, un púlpito de nogal, la reja de 1676…). Uno de sus priores más destacado fue Santo Domingo de Silos, natural de Cañas.
La portada de acceso es de 1661 y muestra el relieve de San Millán. El zaguán de 1689 da paso al Salón de los Reyes, adornado por cuatro grandes lienzos que representan a los reyes bienhechores del monasterio.
Dotado de claustro bajo y superior; de una de las más bellas sacristías de España; sala capitular; frescos del techo del siglo XVIII, con toda la riqueza cromática original; cajonería de nogal y veinticuatro óleos sobre cobre de estilo barroco y de procedencia flamenca, madrileña eitaliana.
DESCUBRE LAS SIETE VILLAS
Así se conoce a la zona alta del río Najerilla, de especial belleza paisajística, con pueblos que conservan su arquitectura tradicional. Comprende las localidades de: Viniegra de Arriba, Viniegra de Abajo, Ventrosa, Brieva, Canales de la Sierra, Mansilla y Villavelayo.
Ganadería y pesca son sus actividades económicas principales, y como atractivo complementario, una sabrosa gastronomía de alta montaña-.
SENDERISMO EN LOS ALREDEDORES DE SAN MILLÁN
San Millán es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza, el deporte al aire libre y el senderismo. Desde el pueblo salen varias rutas con distintas dificultades, todas perfectamente señaladas y balizadas para evitar problemas. Uno de esos paseos, altamente recomendable es el que parte desde el hotel al Monasterio de Yuso.